El riesgo interno es un desafío importante para los equipos de seguridad porque involucra a usuarios de confianza que pueden participar, accidentalmente o intencionalmente, en actividades que abren las puertas a un incidente de seguridad. Independientemente de la motivación, las organizaciones deben tomar medidas para gestionar el riesgo interno antes de que se manifieste en forma de infracción de datos.